MEDALLISTAS OLÍMPICOS DE VENEZUELA
En su debut en Londres 1948, la delegación nacional estuvo representada
solamente por el ciclista Julio César León, quien ocuparía el cuarto lugar.
Cuatro años más tarde, en los Juegos de Helsinki 1952, contó con una modesta
delegación conformada por 38 atletas, quienes compitieron en ocho disciplinas,
destacándose entre ellos Asnoldo Devonish, en la modalidad de salto triple del
atletismo, quien con su medalla de bronce aportaría la primera presea olímpica
para el país.
En Roma 1960, Venezuela obtuvo su segunda medalla olímpica por intermedio de
Enrico Forcella, tras lograr su presea de bronce en la especialidad de Rifle en
posición tendida a 50 metros, en la disciplina de tiro. La edición de los
Juegos Olímpicos de México 1968, le aportaría al deporte venezolano su primera
medalla de oro, gracias al esfuerzo del boxeador cumanés Francisco Brito, mejor
conocido como “Morochito” Rodríguez, en la categoría minimosca, en los
49 kilogramos.
En Montreal 1976, el pugilista de la división welter, Pedro Gamarro
conquistaría la primera presea plateada. Más tarde, en Moscú 1980, el también
boxeador, Bernardo Piñango, obtendría una nueva medalla de plata en la
categoría gallo. En la siguiente edición, realizada en Los Ángeles 1984, los
boxeadores Marcelino Bolívar y Omar Catarí también obtuvieron preseas de bronce
en las categorías mosca ligero y pluma, respectivamente; a las que se sumó otra
medalla del mismo metal obtenida por el nadador Rafael Vidal, en los 200 metros
estilo mariposa.
A pesar de haber figurado en el podio olímpico por tres ediciones consecutivas,
el deporte venezolano padeció de una sequía de preseas hasta los Juegos de
Barcelona 1992, donde a la cosecha olímpica criolla se sumaron otras dos
medallas, esta vez provenientes del taekwondo, una dorada obtenida por Arlindo
Gouveia y otra de bronce por Adriana Carmona; aunque esta disciplina todavía
era considerada como un deporte olímpico de exhibición, por lo que dichas
medallas no se reconocieron en ese entonces como oficiales para
la tabla de medallas, pero que sin lugar a dudas representaron una conquista
inestimable tanto para estos atletas como para todos los venezolanos. Sin
embargo, en el 2018 el Comité Olímpico Internacional oficializó el
reconocimiento de las medallas del taekwondo desde su primera aparición en
estas lides; aun cuando en un principio fue reconocido como deporte olímpico a
partir de Sídney 2000. Con esta justa decisión se mejoró el medallero histórico
del país.
Tras una ausencia de medallas olímpicas en dos ediciones consecutivas,
Venezuela pudo alcanzar dos nuevas medallas de bronce en Atenas 2004, por medio
de Israel Rubio, en la categoría de 62 kilos de la especialidad de
halterofilia, y de la taekwondista Adriana Carmona, en la categoría de +67
kilogramos, quien también sumaba su segunda medalla de bronce olímpica a su
cuenta personal. En Beijing 2008, con una representación de 108 atletas, el
mayor número en su historia de los Juegos Olímpicos, Venezuela conquistó otra
presea de bronce a través de la también taekwondista Dalia Contreras, en la
categoría -49 kilogramos.
Luego de 20 largos años, la esquiva medalla de oro olímpica finalmente llegaría
a Venezuela, gracias al esgrimista bolivarense Rubén Limardo, en la
especialidad de espada individual, en Londres 2012. Finalmente, en Río de
Janeiro 2016, se obtuvieron tres medallas, dos de las cuales fueron de plata y
otra de bronce. Yulimar Rojas, logró una presea de plata en la especialidad de
salto triple del atletismo olímpico; el pugilista Yoel Finol, conquistó otra
medalla de plata, por reclasificación, en los 52 kilogramos de la categoría
mosca; mientras que Stefany Hernández obtuvo una medalla de bronce en el
ciclismo BMX. De modo que, la participación de Venezuela en Juegos Olímpicos de
Verano ha tenido un balance de 21 medallas: 4 de oro, 7 de plata y 10 de
bronce.
Debido a la pandemia del COVID-19, la edición olímpica de Tokio 2020 se realizó en el 2021, evento en el que Venezuela mejoró su cosecha histórica de medallas, al obtener una presea dorada en Salto Triple, con Yulimar Rojas, quien rompió en su desempeño el récord olímpico y el récord mundial; también se consagraron los pesistas Julio Mayora, en los 73 kg, y Keydomar Vallenilla, en los 96 kg, quienes obtuvieron las respectivas medallas de plata, e igualmente el ciclista Daniel Dhers, quien en el debut olímpico del BMX Freestyle logró sumar otra presea plateada para el país.
Desde los Juegos de Londres 1948, el Comité Olímpico Internacional ha premiado la actuación de los atletas que se ubican entre el cuarto y el sexto lugar en cada competencia oficial con diplomas olímpicos; pero a partir de Los Ángeles 1984, se extendió el otorgamiento de dicho diploma a quienes finalizaran entre el cuarto y el octavo lugar. Tanto en Londres 2012 como en Río 2016, la delegación venezolana logró un total de 9 diplomas olímpicos. En la cita de Tokio 2020, el número de diplomas alcanzados por Venezuela fue de 6 en total.
Si bien es cierto que el ajedrez no forma parte del programa de los Juegos Olímpicos organizado por el COI, este milenario deporte comenzó a desarrollar a través de la Federación Internacional de Ajedrez su propia versión olímpica oficial desde 1924, contabilizándose hasta ahora 44 ediciones.
También hay que destacar que Venezuela ha tenido en su trayectoria dentro del olimpismo a tres representantes en la estructura del Comité Olímpico Internacional: Julio Bustamante (1952-1968), José Beracasa (1968-1981) y Flor Isava-Fonseca (1981-2002).
El número creciente de atletas venezolanos, que han marcado historia en la máxima cita del deporte universal es un reflejo inequívoco de un trabajo metódico y sistemático de toda la estructura deportiva nacional. No obstante, sin lugar a dudas, se puede mejorar el esfuerzo y superar los resultados obtenidos hasta el presente, pero para ello se requiere de un trabajo mancomunado que involucre a los entrenadores, atletas, dirigentes, autoridades e instituciones competentes; además del apoyo de organizaciones públicas y privadas que coadyuven en la preparación integral de nuestros atletas, en la dotación del material y del equipo requerido, en el acondicionamiento de las instalaciones y en la asistencia en condiciones óptimas a eventos de envergadura con fines preparatorios.
Por: Carlos Espinoza.
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